Cada año va a más. Los vecinos de por donde vivo se dedican a soltar cohetes a partir del primer anuncio del año, con aún las copas de cava, sidra o lo que quieran beber calientes. Es todo un espectáculo ver cómo se dedican a competir entre urbanizaciones y particulares, lanzando auténticos arsenales sin ton ni son, creando un efecto de campo de batalla, con destellos por todos lados.
Esta noche encima que está cubierto, con amago de medio chispeo y encima posibilidad de nieblas bajas, el efecto se multiplica por acción de las nubes bajas. El resultado es un estruendo y una bonita combinación de vivos colores por el cielo, todo ello aderezado con un intenso olor a pólvora que viene de todos los lados. Al final el humo de los petardos se acaba confundiendo con la incipiente niebla.
Y tras la pausa, ahora toca la peregrinación alcohólica de celebración del Año Nuevo… have fun