Mi madre dice que no hay que alegrarse de las desgracias ajenas. Muy sabia ella. Acabo de ver en los titulares digitales (1 y 2) de varios medios de comunicación que el (ex) dictador Augusto Pinochet ya no está entre nosotros. Una pena. Y lo digo en serio, porque ese hijo de puta su madre al final se ha salido en cierta medida con la suya y no ha respondido ante la justicia como debiera haberlo hecho. Al menos espero que parte del plan de pensiones asiático que le encontraron hace poco sea devuelto al Tesoro chileno para uso y disfrute de sus compatriotas y manejo de su clase política actual.
Por aquellos que no llegaron a ver su final. Fotografía original tomada en Auschwitz II (Birkenau)